Reproducción de «Trigal con cuervos»

Mar 14, 2022 | Reproducciones | 0 Comentarios

Hola amigos.

Seguimos pintando, hoy os traemos otra reproducción de Vincent Van Gogh, uno de los artistas más demandados en Copiamuseo.

Hemos terminado recientemente, «Trigal con cuervos», que realizamos al óleo sobre lienzo, anclado en bastidor de 2 cm y con unas medidas un poco más grande que el original, 52 x 110 cm, por deseo de nuestro cliente, al que enviamos un saludo, Alberto en Barcelona.

Reproducción de "Trigal con cuervos", de Van Gogh

Reproducción al óleo de «Trigal con cuervos», 1890

Bueno, como ya venimos diciendo últimamente, nuestras obsesiones a la hora de reproducir un cuadro de Van Gogh son, las texturas y la espontaneidad.

Independientemente ya sabéis que hay que estudiar lo máximo posible la obra original.

Con el cielo ha sido rápido y espontaneo, o sea, que con un pincel plano del 10 o del 12, ha pintado el cielo de primera intención.

En la parte del trigal, ha dado una primera mancha de ocre amarillo oscuro, para después, en la mayoría de las zonas y en seco, dar las texturas más gruesas en amarillos más claros.

Sabemos que pintó en seco de un par de días, porque las pinceladas más claras no funden con la mancha ocre oscuro, al igual que la mayoría de los trazos en rojo inglés sobre los amarillos claros, lo mismo los trazos negros de los cuervos.

En el resto de las zonas, los caminos y las zonas verdes, ha manchado, pero luego ha pintado en fresco, hasta conseguir lo que deseaba.

Y así lo hemos pintado nosotros, aparte de con mucha ilusión.

El cuadro

Quien no ha visto alguna vez en su vida, un cielo oscurecido por una tormenta de verano, sobre un campo de trigo amarillo y seco.

Pues esta escena, un tanto dramática y bella de la naturaleza, es la que plasmó Van Gogh un mes de julio de 1890.

En un lienzo muy apaisado, de 50,5 x 103 cm, captó ese dramatismo natural, añadiendo el vuelo de una bandada de cuervos.

En la composición, Van Gogh sitúa el horizonte por encima de la mitad, un cielo azul ultramar oscuro con un par de nubecillas y en la parte inferior, un trigo amarillo, colores totalmente complementarios, de ahí su extrema belleza.

El artista introduce en la composición un camino con trazos verdes y rojos, que aparece por la izquierda y se pierde por el centro de la composición.

Nunca un cuadro tan sencillo dio tanto que hablar.

Es posible que Van Gogh quisiera mostrar su estado de ánimo con esta obra, que no debía ser muy bueno, puesto que murió pocos días después, por eso siempre se dijo que esta fue su última obra, pero se sabe que «El Ayuntamiento de Auvers» y «Jardín de Daubigny», son obras posteriores.

Aunque también es posible que, lo único que pretendiera era pintar algo hermoso, puesto que escribió a su hermano Theo después de pintar esta obra, y le dijo que, veía el campo fuerte y saludable.

El original se encuentra en el «Museo Van Gogh», en Ámsterdam, Países Bajos.