El impresionismo

May 17, 2023 | Didácticos | 0 Comentarios

El impresionismo es un movimiento artístico que surgió en la segunda mitad del siglo XIX en Francia, que tuvo una gran influencia en la historia del arte moderno.

El impresionismo se refiere a una forma de pintar que antepone la luz y el color, a las formas y detalles perfectos del realismo.

Como cualquier movimiento artístico nace para romper con ciertas formas antes establecidas, éste no es menos, surge para romper con el realismo, el academicismo y su rigidez artística.

El término impresionismo fue acuñado por Louis Leroy, un pintor, escritor y periodista, reconocido sobre todo por ser un reputado crítico de arte.

Acuñó el término en una exposición de artistas evolucionados e independientes en París en 1874, cuando realizaba una crítica mofándose de un cuadro de Monet, «Impresión, sol naciente».

Leroy decía estar desde luego impresionado, por no saber en qué categoría encuadrar la obra.

 

impresión sol naciente - Claude Monet

«Impresión, sol naciente», de Monet, 1872

Esta es la obra de dio pie a nombrar un movimiento tan importante como el impresionismo.

En el cuadro podéis ver como el artista prescinde de un dibujo perfecto, para centrarse en la luz y el color, con el que llama poderosamente la atención del espectador.

La obra se encuentra en el «Museo Marmottan-Monet», en París.

Características del impresionismo

Os vamos a exponer las características principales del impresionismo.

  • Prevalece la luz y el color sobre un dibujo perfecto de la realidad.
  • Los impresionistas prefieren pintar al aire libre.
  • La realidad del impresionista se refleja en el lienzo, en forma de pequeñas pinceladas.
  • El impresionismo propone al espectador una interpretación personal.
  • Los encuadres y composiciones son totalmente diferentes, cambia la perspectiva.
  • Las series, mismos motivos con diferente luz y encuadre.
Reproducción de Nenúfares de Monet

«Nenúfares», de Monet, 1907

El impresionismo se caracteriza por una serie de rasgos distintivos que lo diferencian del arte anterior como hemos comentado anteriormente.

Uno de los principales rasgos es la técnica de la pincelada suelta, que permite al artista crear efectos de luz y sombra a través de pequeños trazos de color.

Esta técnica permite al artista crear una sensación de movimiento y vibración en la imagen, y capturar el efecto fugaz de la luz en la naturaleza.

Otro rasgo distintivo del impresionismo es el uso de colores brillantes y puros, que se mezclan en el ojo del espectador para crear una impresión visual en lugar de una imagen detallada.

En esta obra, «Nenúfares» de Monet, podéis observar otra característica del impresionismo, los nuevos encuadres, observad que ya no hay horizonte, cielo y tierra, o cielo y mar.

Lo que intenta es llamar la atención con el reflejo del cielo al atardecer en el agua, o sea llamar a atención con la luz y el color.

El impresionismo utiliza una paleta de colores vivos, que a menudo se aplican en capas transparentes para crear una sensación de profundidad y luminosidad en la imagen.

Los impresionistas se centraron principalmente en la representación de la naturaleza y la vida cotidiana, y utilizaron técnicas innovadoras para capturar la realidad.

Una de ellas, es la perspectiva atmosférica, que disminuye de la intensidad del color y la claridad del objeto, a medida que se aleja en la composición, fue una técnica importante para crear una sensación de profundidad y distancia en la imagen.

En los cuadros siguientes, «Otoño en el Sena, Argenteuil» de Monet y «Boulevard Montmartre una mañana de invierno» de Pissarro, podéis ver claramente, la perspectiva atmosférica, los elementos más alejados pierden intensidad y tono.

La pincelada de los impresionistas es suelta, ya sea larga o corta, es valiente y despreocupada y muchas veces con mucha textura.

Otoño en el Sena, Argenteuil de Monet

«Otoño en el Sena, Argenteuil» de Monet, 1873

Boulevard Montmartre una mañana de invierno de Camille Pissarro

«Boulevard Montmartre una mañana de invierno» de Pissarro, 1897

Los impresionistas también experimentaron con la composición, utilizando ángulos inusuales y recortes para crear una sensación de movimiento y dinamismo en la imagen, la composición se centró en la captura del momento.

El impresionismo se desarrolló en un momento de cambio social y cultural en Francia.

La industrialización estaba transformando la sociedad francesa, y la burguesía emergente estaba interesada en una nueva forma de arte que reflejara su nuevo estatus y estilo de vida.

Los impresionistas ofrecieron una alternativa al arte académico y formal, y se convirtieron en una voz importante en la cultura francesa de finales del siglo XIX.

Las series

Las series eran representaciones del mismo motivo, tantas veces como el artista deseara, variando la luz y algunas veces el ángulo.

Por supuesto si varía la luz, varían los colores y su intensidad.

La luz cambia con mucha rapidez, el que ha pintado al aire libre lo sabe, por eso hay que pintar deprisa y muchas veces iniciaban el cuadro al aire libre pero al cambiar la luz terminaban en el estudio.

Os mostramos un ejemplo, la serie almiares de Monet, aunque hubo más series de Monet y de otros impresionistas, como las bailarinas de Degas.

Almiares de Monet
Almiares en el final del verano efecto amanecer de Claude Monet
Almiares, efecto nieve por la mañana, de Monet

Uno de los principales exponentes del impresionismo fue Claude Monet, cuyas pinturas de jardines y paisajes reflejan la preocupación del movimiento por capturar la realidad en el momento en que se percibe.

Monet utilizó una técnica de pincelada suelta y capas de color para crear una sensación de profundidad y luminosidad en sus obras, y su uso innovador de la luz y el color tuvo una gran influencia en la historia del arte.

Otro importante representante del movimiento fue Edgar Degas, cuyas obras se centraron en la vida cotidiana de la burguesía parisina.

Otros impresionistas fueron, Edouard Manet, Pierre-Auguste Renoir, Berthe Morisot, Camille Pissarro y Alfred Sisley entre otros.

Clase de danza - Edgar Degas

«Clase de danza» de Degas, 1871

Mujer con sombrilla en un jardín de Renoir

«Mujer con sombrilla en un jardín» de Renoir, 1875

Nieve en Argenteuil de Alfred Sisley

«Nieve en Argenteuil» de Alfred Sisley, 1874

El impresionismo en España

Aunque el impresionismo francés tuvo una influencia significativa en los artistas españoles, el desarrollo del impresionismo en España tuvo algunas características distintivas y se adaptó a la realidad y la sensibilidad artística del país.

En España, el impresionismo comenzó a ganar popularidad a partir de la década de 1880, cuando muchos artistas españoles comenzaron a adoptar las técnicas impresionistas ya explorar los temas y motivos propios del movimiento.

Sin embargo, es importante destacar que el impresionismo en España no fue tan homogéneo como en Francia, y se desarrollaron diferentes enfoques y estilos dentro del movimiento.

Uno de los artistas españoles más destacados asociados con el impresionismo es Joaquín Sorolla.

Sorolla fue conocido por sus pinturas al aire libre, que capturaban la luz y el color con pinceladas rápidas y sueltas.

Sus temas frecuentes incluyen escenas de playa, paisajes y retratos, y transmitirán una sensación de vitalidad y luminosidad en sus obras.

Otros artistas españoles que experimentan con el impresionismo incluyen a Darío de Regoyos, Santiago Rusiñol y Ramón Casas.

Cada uno de ellos tenía un estilo y enfoque distintivo, pero compartían la preocupación por capturar los efectos de la luz y la atmósfera en sus pinturas.

Es importante mencionar que, en paralelo al impresionismo, también surgieron en España otros movimientos artísticos que se inspiraron en las ideas impresionistas, como el luminismo y el postimpresionismo.

Estos movimientos abrieron el camino a nuevas exploraciones artísticas y sentaron las bases para el desarrollo del modernismo y otras corrientes en el arte español.

Cosiendo la vela de Joaquín Sorolla

«Cosiendo la vela» de Sorolla, 1896